martes, 24 de agosto de 2010

Capítulo 3

Al decir aquello, decidí salir corriendo de aquella habitación, pero Aitor me frenó. Aún apoyado sobre el marco de la puerta, puso uno de sus brazos sobre mi cintura, impidiendo mi avance.


- ¿Qué dijiste? – miraba al frente, ni si quiera se atrevía a mirarme. Yo, quieta, tampoco me atreví a responderle. Simplemente hice un nuevo intento de salir de ahí.


Me dirigí a la cocina, donde tomé un vaso de agua bien fresca. Necesitaba despejar mis ideas, y un poco de agua fría para las neuronas no vendría nada mal.
A los pocos segundos de salir de la habitación, Aitor me siguió el paso de nuevo, dirigiéndose a la cocina.


- Dijiste que ahora la que ibas a desaparecer eras tú… - dijo bajito, pero con el suficiente volumen como para poder escucharle. A lo que yo solté el vaso sobre la encimera de la cocina, y me giré, mirándole seria.
- Si, eso mismo dije…


Durante unos segundos hubo un terrible e incómodo silencio para ambos.
Los dos nos encontrábamos en aquella pequeña cocina, mirándonos seria y fijamente, y sin saber que decir.
Aitor se decidió a romper el silencio.


- Me estás diciendo que… ¿te vas? – seguía con su mirada en mí.
- Si, me voy – aparté la mirada, y a continuación me dirigí hacia donde se encontraba él, para poder salir de la cocina. Pero una vez más me volvió a parar. – Oye, ¿vas a seguir parándome?
- Todas las veces que hagan falta – me susurraba cerca - ¿No crees que con más razón deberíamos hablar e intentar que me perdones?
- Aitor, enserio, ¿porqué quieres tanto mi perdón? Si tú mismo te fuiste sin considerar perdones… - elevé la mirada, hacia sus ojos.
- Ya te dije… es importante para mi que me perdones – me miraba fijamente a los ojos, cerca de mí – Perdóname...


Me quedé mirándole a esos intentos ojos verdes, sin saber que decir.
¿Cómo negarle un perdón a ese hombre que tenía en frente?, ¿cómo era capaz de estar cabreada con la persona que más había conseguido hacerme reír y sonreír?, ¿cómo podía mostrarle semejante actitud después de haber estado meses sin verle, sin abrazarle?... ¿Cómo?


Sin apenas tener que hacer movimientos, conseguí abrazarle con fuerza. Deseaba tanto ese abrazo desde hace tanto tiempo, que ya no me importaba nada. Necesitaba sentir el abrazo de mi mejor amigo de nuevo. Necesitaba saber que todo podía volver a la normalidad, aun que fuese por unos días. ¡Lo necesitaba!


- ¿Esto quiere decir que me perdonas? – me miraba con una de sus amplias sonrisas.
- Si. Pero por favor, no vuelvas a hacer lo que hiciste… - le miraba con una leve sonrisa, y después le di un empujoncito suave a su hombro.


Él sonreía, mostrando su perfecta dentadura plasmada sobre su hermosa cara. Su reacción ante aquello no fue otra que cogerme con sus fuertes brazos, y comenzar a darme vueltas como una ruleta de feria. Aún puedo sentir ese mareo al parar de girar, aun que en ese momento era lo que menos me importaba. Ambos reíamos por la situación, pero con un poco de vergüenza a la vez.


- Entonces, todo esto también quiere decir que aparte de volver a ser los mejores amigos… ¿vas a dejar que vuelva a ser tu compañero de piso? – me miraba con esperanzas de que mi respuesta fuese afirmativa.
- Hey hey, machote, no te aceleres… que yo te perdone no quiere decir que puedas acomodarte conmigo aquí los días y las noches – reía leve.
- Vale vale, pues me pillaré un hotel – decía con las manos arriba, y encogido de hombros, poniendo cara de inocente. A lo que yo comencé a reír.
- Está bien, está bien. Puedes quedarte – paré de reír, para poder sonreírle.
- Gracias, gracias, gracias… - se acercó a mi, sonriente - ¡Gracias! – me dio un fuerte beso en la mejilla.
- Uy, si empiezas sobándome… mal vamos – le sonreí.
- Gracias por perdonarme, no sé que haría sin ti. – me devolvió la sonrisa mientras me agarraba y acaricia la cara con las manos.
Luego, se dirigió a su habitación de siempre.

1 comentario:

  1. Uoooo, quien es este tal Aitor¿? e e e e xD

    Quiero mas :)

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